(muycomputer.com)
Windows es el sistema operativo más utilizado
en los ordenadores personales, y por defecto su versión para escritorio
es capaz de trabajar con cuatro sistemas de ficheros: NTFS, FAT, FAT32 y
exFAT. ¿Qué características generales tiene cada uno?, ¿en qué
situaciones es más recomendable cada uno? En este artículo intentaremos
responder a esas preguntas.
FAT32
FAT32 es todo un veterano en el mundo de la computación, y ha
sobrevivido a generaciones de computadoras y sistemas operativos para
todos los propósitos.
Debido a que es un sistema de ficheros antiguo y limitado, a día de
hoy no se utiliza en producción, sin embargo tiene la gran ventaja de
ser
compatible prácticamente con cualquier sistema operativo.
Da igual si se usa Windows, OS X, Linux, Android o consolas de
videojuegos, es muy raro que un dispositivo moderno no sea capaz de leer
y escribir sobre este sistema de ficheros.
Debido su antigüedad, presenta ciertas limitaciones, ya que
no es capaz de almacenar ficheros de más de 4 gigabytes
y no permite crear particiones de más 8 terabytes. También da problemas
cuando se utiliza muchos niveles de subcarpetas, así que si quiere
pasar algo que contiene una gran cantidad de ficheros y niveles de
subcarpetas, como por ejemplo el CMS Moodle, es mejor comprimir antes
para evitar problemas.
Carece de ciertas características a nivel de seguridad que sí tiene
NTFS y otros sistemas de ficheros más modernos, y por este motivo se
recomienda encarecidamente el uso de NTFS en vez de FAT32 en las
instalaciones de Windows 2000 y posteriores.
Es un sistema de ficheros que trabaja a una velocidad aceptable tanto
a la hora de escribir como de leer, lo que unido a su gran
compatibilidad con los distintos sistemas operativos del mercado lo
vuelve
ideal para su uso en pendrives, sobre todo si
estos tienen menos de 16 gigabytes de almacenamiento. Lo de los 16
gigabytes no responde a nada técnico, sino a la lógica de que un
pendrive de 32 gigabytes o más podría ir más enfocado hacia el
almacenamiento de ficheros más grandes, de más de 4 gigabytes. Aquí
también se puede meter tarjetas microSD y otras unidades de
almacenamiento flash de poca capacidad.
Debido a su gran compatibilidad, la mayoría de los pendrives vienen formateados por defecto con FAT32. Sobre el sistema de ficheros FAT, se trata de FAT16, una versión
anterior del mismo sistema de ficheros que a día de hoy no se utiliza,
siendo FAT32 el estándar.
NTFS
NTFS es el sistema de ficheros
utilizado por defecto en Windows desde hace década y media. Incorporó una gran cantidad de mejoras con respecto a FAT, incluyendo
permisos, registro transaccional (journal) para garantizar la
integridad del sistema de ficheros, instantáneas, cifrado, cuotas de
espacio en disco por usuarios, enlaces duros y otras muchas cosas. NTFS
es un sistema de ficheros moderno que aún responde correctamente ante
las necesidades de usuarios de todo tipo, y de ahí que después de tanto
tiempo siga al pie del cañón (también hay que contar aquí su propia
evolución). Además
no ofrece las limitaciones de FAT32 a la hora de almacenar,
soportando particiones mucho más grandes y almacenar ficheros enormes,
por lo que hoy en día va sobrado para cualquier usuario común.
Sin embargo, pese a sus ventajas y ser bastante utilizado en discos
duros (tanto internos como externos) y SSD, presenta ciertos
problemas de compatibilidad con algunos sistemas operativos, sobre todo con el rival directo de Windows en ordenadores, OS X, empleado por Apple para sus ordenadores Mac.
Windows y sus variantes ofrecen soporte total para NTFS, así que por
ahí no hay problemas. Linux por su parte se “alimenta” de un proyecto
desarrollado con ingeniería inversa, ntfs-3g, que le otorga la
posibilidad de leer y escribir sobre las particiones de ese formato, no
siendo recomendable su uso para producción, pero si es suficiente para
la utilización de NTFS como partición de datos. OS X de Apple es
posiblemente el que sale peor parado, soportando solamente la lectura
por defecto y necesitando de software adicional para escribir sobre
NTFS, para lo cual se puede recurrir a aplicaciones como Paragon NTFS,
OSXFuse o Tuxera NTFS for Mac.
NTFS es
ideal para ser usado en discos duros externos, gracias a que soporta particiones y el almacenamiento de ficheros de gran tamaño, sin embargo
puede plantear problemas cuando hay por medio un Mac e incluso alguna que otra distribución Linux, aunque todas las más populares pueden leer y escribir sobre NTFS sin problemas.
exFAT
exFAT fue presentado en 2006 e introducido en Windows XP y Vista.
Como su nombre indica, está relacionado con el sistema de ficheros FAT, y
es concretamente una evolución de este que intenta
eliminar ciertas limitaciones que presentaba FAT32, aunque sin introducir muchas de las mejoras presentes en NTFS.
La principal ventaja de exFAT frente a su predecesor es que elimina las limitaciones de almacenamiento, pudiendo
crear particiones más grandes y dando la posibilidad de almacenar ficheros de más de 4GB, todo sin perder una de las características destacadas de FAT, la velocidad de lectura y escritura.
A nivel de compatibilidad las cosas cambian con respecto NTFS, ya que
Windows y OS X tienen compatibilidad total con exFAT, sin embargo Linux se muestra más limitado, necesitando la instalación de software específico (paquetes
exfat-fuse y
exfat-utils en Ubuntu) y ofreciendo un soporte incompleto, ya que como mucho puede leer y escribir, pero no permite crear particiones.
Al igual que FAT32, exFAT es
ideal para ser usado en pendrives y unidades externas en general,
con especial mención a los dispositivos de más de 16 gigabytes de
capacidad, aunque siempre es bueno asegurarse antes de que no de
problemas en Linux.
Pese a todo siempre es bueno recordar que FAT32 ofrece más y mejor
compatibilidad con una mayor gama de sistemas, por lo que exFAT podría
quedar relegado a contextos muy específicos.